Tomillo
Perenne:
Esta especie perenne resistente es originaria del sur de Europa. El tomillo común tiene un sabor agridulce. Se usan los brotes, las hojas y las flores —tanto en fresco como secos— en purés estofados y platos de carne de todo tipo. Menos resistente que la variedad común, el serpol tiene un sabor y olor agradables. Las hojas son deliciosas muy picaditas y espolvoreadas con moderación en ensaladas y carnes. Se utiliza en general para aromatizar. Conviene plantarlo si se tienen abejas pues dota a la miel de una fragancia deliciosa, aunque sólo liban su néctar con tiempo muy caluroso.
Suelo:
El tomillo prefiere suelos ligeros y bien drenados que hayan sido bien encalados. Crece mejor al sol y resulta excelente para rocalla.
Multiplicación y cuidados:
Si se lo cultiva por sus semillas, se siembra a finales de la primavera a 0.5 cm de profundidad en surcos separados 60 cm. Es más habitual su multiplicación por división de una planta ya arraigada o mediante esquejes tomados a principios del verano. Debe mantenerse el bancal bien regado y libre de malas hierbas. Se hace una poda ligera poco antes del verano y, en la primavera siguiente, otra más vigorosa para estimular el desarrollo de nueva vegetación. El serpol es rastrero y en los lugares expuestos hay que protegerlo durante el invierno con paja o mantillo.
Recolección:
Se corta una vez durante el primer año pero a partir del segundo dos veces. Se puede recoger temprano pero al poderse usar las hojas con las flores es mejor hacerlo durante la época de la floración. Hay que cortar brotes de unos 15 cm de largo en lugar de tallos de la base de la planta.
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