sábado, 21 de junio de 2008

Hisopo

Hisopo


Perenne:

El hisopo es un miembro de la familia de las labiadas y tiene un gusto picante y bas­tante amargo. Las hojas y los extremos de los tallos contienen las sustancias aromáti­cas utilizadas en multitud de viandas. Es una especie muy adecuada para atraer abejas al huerto y que polinicen las hortali­zas, en especial las judías.


Suelo y clima:

Prefiere suelos cretosos, bien drenados y que contengan cal en abundancia. Pros­pera con tiempo cálido pero en los climas templados y frescos resiste los inviernos.


Multiplicación y cuidados:

Se siembran las semillas en surcos a 0.5 cm de profundidad y a fines de junio se trasplantan las plantitas que entonces medirán unos 15 cm de alto al bancal abierto. Se las dispone en hileras con 60 cm de separación.


Recolección:

Una vez que las plantas están maduras, cuando tienen unos 45 cm de altura, se hace una corta de manera que las hojas sean siempre jóvenes y tiernas. Las hojas y tallos destinados a secar se cortan poco antes de que las plantas florezcan.

martes, 17 de junio de 2008

Tomillo

Tomillo


Perenne:

Esta especie perenne resistente es origina­ria del sur de Europa. El tomillo común tiene un sabor agridulce. Se usan los bro­tes, las hojas y las flores —tanto en fresco como secos— en purés estofados y platos de carne de todo tipo. Menos resistente que la variedad común, el serpol tiene un sabor y olor agradables. Las hojas son deliciosas muy picaditas y espolvoreadas con mode­ración en ensaladas y carnes. Se utiliza en general para aromatizar. Conviene plan­tarlo si se tienen abejas pues dota a la miel de una fragancia deliciosa, aunque sólo liban su néctar con tiempo muy caluroso.


Suelo:

El tomillo prefiere suelos ligeros y bien dre­nados que hayan sido bien encalados. Crece mejor al sol y resulta excelente para rocalla.


Multiplicación y cuidados:

Si se lo cultiva por sus semillas, se siembra a finales de la primavera a 0.5 cm de pro­fundidad en surcos separados 60 cm. Es más habitual su multiplicación por división de una planta ya arraigada o mediante esquejes tomados a principios del verano. Debe mantenerse el bancal bien regado y libre de malas hierbas. Se hace una poda ligera poco antes del verano y, en la prima­vera siguiente, otra más vigorosa para esti­mular el desarrollo de nueva vegetación. El serpol es rastrero y en los lugares expues­tos hay que protegerlo durante el invierno con paja o mantillo.


Recolección:

Se corta una vez durante el primer año pero a partir del segundo dos veces. Se puede recoger temprano pero al poderse usar las hojas con las flores es mejor hacerlo durante la época de la floración. Hay que cortar brotes de unos 15 cm de largo en lugar de tallos de la base de la planta.

martes, 10 de junio de 2008

Laurel

Laurel


Perenne:

El laurel tiene cien usos en la cocina y dado que es perenne no hay problemas de almacenamiento. Hay que disponer siem­pre de hojas secas recientes para sazonar los escabeches, los estofados, los guisados y los purés.


Suelo y clima:

El laurel prospera en cualquier suelo nor­mal. Prefiere algo de sol, pero necesita estar protegido contra los vientos fuertes. Es vulnerable a las heladas por lo que en climas fríos conviene cultivarlo en tinas que se puedan trasladar al interior en invierno. Hay que añadir compost de vez en cuando y algo de harina de carne u otro material que contenga fosfato.


Multiplicación y cuidados:

Los árboles se compran jóvenes y se plan­tan en invierno o bien se multiplican con facilidad a partir de esquejes semileñosos o de brotes semimaduros.


Recolección:


Las hojas se arrancan durante todo el año. Hay que secarlas antes de utilizarlas. Se colocan en capas en un lugar caliente y a la sombra. Nunca debe hacerse a pleno sol. Si comienzan a rizarse se las aprieta un poco bajo una tabla. Dos semanas después del secado se las mete en recipientes herméticos, a ser posible tarros de vidrio, ya que exudan aceites.