Rábano rusticano
Perenne:
Las raíces del rábano rusticano son de sabor picante. Se rallan para consumirlas tal cual, con algo de vinagre, o se prepara con ellas una salsa con aceite y vinagre o se echan a las manzanas ralladas con nata. El rábano rusticano combina bien con el rosbif, las carnes frías y los pescados ahumados.
Suelo y clima:
Prefiere un suelo rico y profundo y crece en cualquier clima que no sea caluroso en exceso. En estos últimos ha de cultivarse a la sombra.
Multiplicación y cuidados:
Se plantan trozos de 8 cm de raíz del grueso de un dedo. A diferencia de lo que es habitual, yo prefiero colocarlos casi horizontales y sólo a 5 cm por debajo de la superficie. Se puede hacer en cualquier época del año y una vez arraigado ya dura para siempre. El problema consiste en evitar que se extienda al resto del huerto. Para confinarlo se clavan tejas o ladrillos verticales en el suelo. Otro método consiste en introducir en la tierra el extremo de un tubo de drenaje de 30 cm, llenarlo de marga y compost y plantar un trozo de raíz dentro. La planta crece muy bien y la recolección es muy sencilla. Además, no se propaga a otros sitios. Si no se la confina, hay que desenterrarla de los lugares en los que no se la quiere tener.
Recolección:
Todas las partes de la raíz son comestibles. Sólo hay que desenterrarlas y rallarlas. En los climas fríos se guardan, igual que las zanahorias, en recipientes con arena húmeda.