miércoles, 16 de enero de 2008

Salvia

Salvia


Perenne:

La salvia es una especie de sabor intenso, excesivo para combinar con otras hierbas aromáticas pero que va bien con los embu­tidos picantes, los guisantes o los quesos cremosos. Para cocinar se usa la variedad de hoja estrecha y para secar, de la hoja ancha. Un arbusto maduro mide unos 60 cm de alto y es una planta útil y atractiva para cultivar en un huerto pequeño.


Suelo:

Prefiere uno cretoso y bien drenado por lo que si es ácido habrá que encalarlo. No tolera los terrenos empapados ni el exceso de agua.


Multiplicación y cuidados:

La variedad de hoja estrecha se obtiene a partir de semillas sembradas a finales de la primavera. Se efectúa el trasplante a comienzos del estío con una separación de 38-50 cm.


La de hoja ancha se obtiene siempre de esqueje. Se toman de talón, se trasplantan en primavera y se riegan bien al principio. La salvia vive varios años pero conviene plantar de vez en cuando un nuevo ar­busto.


Recolección:

Si se quieren hojas ricas en esencias aromáticas vale la pena esperar al segundo año. La variedad de hoja estrecha se corta a comienzos del otoño. La de hoja ancha no florece en los climas templados; hay que cortarla a mediados del verano y otra vez un mes más tarde para evitar que se vuelva demasiado leñosa. Las hojas son duras y tardan en secar más que otras hier­bas aromáticas.

jueves, 3 de enero de 2008

Sanguisorba

Sanguisorba


Perenne:

Las hojitas frescas de la sanguisorba, tam­bién llamada pimpinela, se usan picadas con las ensaladas y para aderezar las sal­sas. Si se añaden al queso fresco realzan su sabor. Cuando están secas se las echa a los vinagres y se utilizan también para prepa­rar infusiones.


Suelo y clima:

Un suelo seco, ligero y bien encalado es el que más le conviene. Las plantas necesitan mucho sol a fin de florecer. Pero la sangui­sorba es resistente y crece en cualquier clima.


Multiplicación y cuidados:

Se siembra a comienzos de la primavera y se aclaran más tarde las plantitas a 30 cm. Conviene sembrarlas cada año para tener un suministro permanente de hojitas jóve­nes. Si en vez de frescas se las quiere para secar, lo que se hace es multiplicar las plantas por división.


Recolección:

Las hojitas se arrancan con frecuencia y se usan frescas o se secan con cuidado.