Salvia
Perenne:
La salvia es una especie de sabor intenso, excesivo para combinar con otras hierbas aromáticas pero que va bien con los embutidos picantes, los guisantes o los quesos cremosos. Para cocinar se usa la variedad de hoja estrecha y para secar, de la hoja ancha. Un arbusto maduro mide unos 60 cm de alto y es una planta útil y atractiva para cultivar en un huerto pequeño.
Suelo:
Prefiere uno cretoso y bien drenado por lo que si es ácido habrá que encalarlo. No tolera los terrenos empapados ni el exceso de agua.
Multiplicación y cuidados:
La variedad de hoja estrecha se obtiene a partir de semillas sembradas a finales de la primavera. Se efectúa el trasplante a comienzos del estío con una separación de 38-50 cm.
La de hoja ancha se obtiene siempre de esqueje. Se toman de talón, se trasplantan en primavera y se riegan bien al principio. La salvia vive varios años pero conviene plantar de vez en cuando un nuevo arbusto.
Recolección:
Si se quieren hojas ricas en esencias aromáticas vale la pena esperar al segundo año. La variedad de hoja estrecha se corta a comienzos del otoño. La de hoja ancha no florece en los climas templados; hay que cortarla a mediados del verano y otra vez un mes más tarde para evitar que se vuelva demasiado leñosa. Las hojas son duras y tardan en secar más que otras hierbas aromáticas.